jueves, 5 de febrero de 2015

Anecdota

Hoy platiqué con mi hijo Alexandro una anécdota de mi padre.Hace unos 80 años,mi padre, siendo ya conductor de trenes de carga,yendo de monterrey a Saltillo el tren de descompuso quedándose en aquellos montes y serranías y le toco ver un coyote persiguiendo a un guajolote salvaje,este se trepo en una desértica palmera y el coyote astutamente se puso a dar vueltas alderredor de la palmera, hasta que el guajolote mareado,se cayo y el coyote lo atrapo.Mentira o verdad,a esta historia le saqué provecho.Todos los días, a todos nosotros,los problemas,las tentaciones,la maldad en sus diversas formas nos acechan,para atraparnos y caer poco después en las angustias,los nervios,las preocupaciones.A veces son las envidias,los celos,los endeudamientos,los amoríos,el descuidarnos en algunas de las tantas asear y circunstancias en que vivimos.Si no estamos en alerta,caeremos y pagaremos las consecuencias y adiós a la tranquilidad que algunas veces tenemos.Siempre debemos estar en alerta,despiertos,perspicaces  hacia el lado oscuro,que siempre nos acecha.Nada nos pasa si estamos"despiertos",desgraciadamente,la mayoría de la humanidad,esta dormida.Pocos son los maestros,que pueden ayudar a adquirir ese despertar.
Espero que mi hijo,haya aprendido esta lección,para estar siempre en alerta y prevenir,así como también, son los mismos deseos para con Uds.

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