martes, 21 de octubre de 2008

La Trampa . psiquiatra monterrey .

El cerebro esta conectado con el mundo exterior a través de los sentidos,que ya ustedes conocen,esta bien,debemos estar en contacto con la realidad objetiva y cumplir con nuestras responsabilidades y obligaciones.Pero por otro lado no debemos quedarnos atados a este aspecto de la vida eternamente,el viaje hacia nuestro interior debe empezar lo mas pronto posible,para comenzar a conocernos y ser dueños de nuestra mente,que es escurridiza,y que esta plagada de prejuicios,errores de pensamiento,malos hábitos del pensar,complejos,distorsiones y mentiras.Mas en estos tiempos acelerados,con las malas noticias por doquier,plagadas de pesimismos,violencias,incertidumbres,amenazas,temores,que nos van robando la capacidad de sacudirnos de estas ardides de la naturaleza.Hay que darles la justa dimensión a las cosas y esto solo se puede lograr si alcanzamos la ecuanimidad,la armonía y la claridad de conciencia.Primero hay que lograr llegar a ese estado que se logra con esas sesiones de retiro a nuestro interior,mas la limpieza de la mente,la eliminacion de nuestros defectos,mas planeacion diaria estrategica e inteligente sobre nuestros asuntos externos.Después, alcanzar y acostumbrarnos a "vivir" mas en esa zona de sosiego y entonces, desde allí,manejar,y ordenar a nuestra Mente por el camino que debe seguir¿cual?,el de hacer las cosas correctamente.Es entonces cuando podemos llegar a ser ecuánimes y sosegados.La mayoría de los seres humanos se pierde en la vorágine de la vida diaria y sus preocupaciones,sin embargo el ecuánime navega,estando de vacaciones y tranquilo la mayor parte de su tiempo,por eso,cuidado,pongase águila,no se deje atrapar,no caiga en la Trampa que el lado oscuro,nos tiende todo el tiempo,para vivir ,en alguna forma amargados.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tiene mucha razón en cuanto al valor de buscar, diariamente, al menos 40 minutos de silencio. Tan necesario como comer, bañarnos, y arreglar nuestro cuerpo, así de necesario es para el espíritu esos (para mi) sagrados 40 minutos. Y son sagrados por que gracias a ellos puedo serenar mi mente, aunque vienen los pensamientos como mariposas, simplemente los dejo pasar, y en lapsos de segundos puedo percibirme como un integrante que se fusiona con el Universo sin perder por eso su individualidad. Termino mis 40 minutos de silencio y me siento renovada, capaz de discernir mis acciones y con mas lucidez para recordar y sopesar mis actuaciones del día a día. Muchas gracias Doctor por su invitación a practicar el silencio. Tal vez puedo pasar un día sin hacer ejercicio (lo realizo aproximadamente 3 veces por semana, y trato de subir escaleras en vez de elevadores)... pero estar sin mis 40 sagrados minutos de silencio, se me figura imposible. Cada día que me refugio en mi templo de silencio, voy colocando un ladrillo mas a la fortaleza de mi espíritu. ¡Felicidades por sus programas Doctor! ZOE.